La reactivación del turismo cultural está dibujando el nuevo rostro de Simbal. El distrito, ubicado en el Valle de Santa Catalina, se nos presenta como un destino turístico cargado de cultura natural, material e inmaterial. A sólo 35 minutos de Trujillo nos encontramos con un paraje que entrega amplios espacios naturales con hermosas vistas, cataratas, petroglifos, senderos para caminatas, manantiales, un mirador desde donde se aprecia todo el centro poblado y su museo local.
Fundado por los españoles en el siglo XVI, este espacio se remonta a las antiguas dinastías Moche y Chimúes. Se cree que su nombre deriva del vocablo SHIMBALL, que significa: “Hueco Caliente” y de la lengua yunga: “Shimbal-ero-lam”, que significa: “Lugar calizo o calcáreo, que se calcina con el fuego”.
Esta denominación se refuerza con el hecho de estar ubicado a una altitud de 576 metros sobre el nivel del mar, contando siempre con un clima cálido y soleado.
Actualmente, Simbal se perfila como un destino para los trujillanos que están en busca de naturaleza y actividades en familia al aire libre. Son notables los esfuerzos que se vienen realizando desde los sectores público y privado del distrito, los cuales se orientan a la gestión turística de sus recursos que se complementan con proyectos de gran envergadura, de carácter inmobiliario e infraestructura (mejoramiento de la accesibilidad a través de nuevos caminos vecinales y puentes peatonales), los cuales se vienen ejecutando en distintos caseríos del distrito para recibir a visitantes, excursionistas y nuevos residentes.
No cabe duda que este destino es una gran opción para recuperar la calma y hacer una pausa a nuestra agitada vida en la ciudad, escapando de la rutina y del estrés. Si quieres disfrutar del aire libre y de la naturaleza a través de aventuras, Simbal, es el destino que debes redescubrir. No lo pienses más y dirígete hacia la ruta del sol.