Los resultados obtenidos en una empresa, ya sean positivos o no, dependen del activo intangible más importante: el capital humano. Los colaboradores dentro de una organización toman decisiones y ejecutan acciones para poder lograr los objetivos planteados, por ello, son el factor clave que va a determinar el éxito de una organización. Sin embargo, existen muchos casos en los que las empresas cuentan con excelentes profesionales, reconocidos especialistas; pero los resultados no son necesariamente los esperados y no porque los colaboradores sean incompetentes, sino porque no están motivados e identificados con la empresa.
De ahí la importancia de crear e incentivar estrategias para que las personas se sientan cómodas. Las empresas se deben esforzar por motivar y fidelizar a sus colaboradores. Un colaborador motivado es capaz de realizar mejor sus tareas y obtener resultados outstading (sobresalientes), ya que siente que su plan estratégico personal está alineado con el plan estratégico organizacional. Entonces, no solo se esmera por cumplir los objetivos de la organización, sino que, al priorizar el logro de sus propios objetivos, logra también los de la empresa. De esta manera, constituye el éxito de toda organización el lograr que sus colaboradores sientan que los objetivos de ésta se alinean con sus propios objetivos personales y profesionales, capaces de satisfacer sus necesidades y llenar sus expectativas.
Pero la realidad nos muestra que la mayoría de los colaboradores son infelices en el trabajo y que casi la mitad de las empresas no toman medidas al respecto a pesar de estudios que sostienen la evidente relación entre el bienestar laboral y el rendimiento profesional.
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Las personas son entes que realizan cotidianamente una serie de actuaciones, que se convierten en actividades coordinadas de la organización, de modo que esta logra alcanzar sus objetivos y, en definitiva, realizar su misión. En este sentido, es gracias a la cooperación y contribución de las personas, en el desempeño de sus roles, que se hace posible el desarrollo de la organización y los progresos sistemáticos en el logro de sus objetivos. La motivación es uno de los factores internos que requiere mayor atención.
Existen muchos mecanismos de motivación, el más popular es la retribución salarial (sueldo, aumentos, abonos, entre otros). Otro tipo de motivación es mediante la promoción de puestos. Si bien es cierto, el factor económico es muy determinante; sin embargo, los colaboradores deben sentir que también se están desarrollando personal y profesionalmente. Una forma de mantenerlos motivados es capacitándolos, darles la libertad de tomar decisiones, brindarles un buen ambiente laboral, la oportunidad de ampliar su red de contactos, entre otros. De esta manera, no solo estarán motivados, sino que fidelizados y la empresa contará con un personal cualificado, el cual se convertirá en su ventaja competitiva sostenible en el tiempo.
Finalmente, la importancia de mantener motivadas a las personas es porque al valorarlas, estas crean valor en la organización. Cabe recalcar que el capital humano son las personas que poseen competencias, experiencia y conductas o comportamientos ubicados estratégicamente en la organización valor en la empresa. Las empresas deben de encontrar al personal idóneo, capacitado y, sobre todo, motivado, capaz de comprometerse e identificarse con las mismas para lograr las metas y los objetivos organizacionales y, con ello, alcanzar el éxito de estas.