Para decorar con alfombras se deben de tomar decisiones acertadas y preguntarnos el porqué, que cosas van y que no van.

La alfombra es la pieza con la que defines el ambiente y el estilo de todo un espacio, dando calor y comodidad. Te delimita tu espacio definiendo cual será el punto más importante.

Se debe de empezar primero con lo básico:

El tamaño

Dependerá de dos cosas: el espacio de donde colocará la alfombra y los sofás. Para una sala de un sofá liviano de 2 o 3 piezas, la alfombra en su mayoría se coloca centralizada, y una de las reglas es que las dos patas delanteras de ésta, queden dentro de la alfombra. De esa manera te enmarca el espacio.

Para una sala grande de 4 o 5 piezas, es recomendable utilizar una alfombra más grande y tiene que haber suficiente espacio para que una persona pase entre el sofá y la mesa de centro donde podamos estar cómodamente sentados, sin estorbar a nadie; de allí se parte también el tamaño de la alfombra, viendo los elementos que tenemos a nuestro costado, ya sea una mesa o una lámpara (lo largo de mi sofá, tiene que ser lo largo de mi alfombra).

El color:

Se debe de tener bastante cuidado en elegirlo, ya que las alfombras vienen de diferentes figuras y colores. Hay que tener cuidado al elegir alfombras de un solo color y sobre todo un color fuerte.

Para jugar con nuestros colores de alfombras (teniendo unos sofás de colores claros) debe haber una conexión con nuestro alrededor, colocando unos cojines que tengan los mismos tonos de la alfombra y un arreglo floral o cuadro que tenga el mismo contraste de nuestra alfombra elegido.

Para los comedores se utilizan alfombras grandes, dependiendo del tamaño de su comedor y de cuantas sillas tenga. Estas sillas deben estar completamente dentro de la alfombra (las cuatro patas) y eso va delimitará nuestro comedor.

La decoración tiene que ser funcional, no solo para nosotros, sino también para nuestros invitados.